15/10/12

Presentan en Italia la obra pictórica de "Mino" Cerezo

Presentan en Italia la obra pictórica de “Mino” Cerezo



Lecco, Italia. Maximino Cerezo Barredo CMF, claretiano español (de la Provincia de Santiago), por más de treinta años residente en América Latina y uno de los más grandes intérpretes de la pintura religiosa latinoamericana de nuestro tiempo, fue el invitado la noche del jueves 4 de octubre en un acto organizado por la Casa sul Pozzo, Comunidad de Via Gaggio.

La pintura y la obra de Mino estuvieron en el centro de la presentación del libro “Un viaggio latinoamericano, Maximino Cerezo Barredo: uomo, artista, missionario”, de Sara Fabre, doctorada en Historia del Arte y Conservación del Patrimonio Artístico por la Universidad de Undine, Italia, bajo la guía del profesor estudioso en arte latinoamericano Mario Sartor. 

 Sara Fabre ha llevado a cabo una amplia investigación sobre la relación entre el arte, la religión, y la cultura en los murales del artista español. "En la pintura de Mino -escribe la autora- encontramos al pueblo latinoamericano presente en toda su realidad. A través de un lenguaje artístico claro y directo, sin artificios retóricos, realiza una maravillosa descripción de la situación concreta de estas comunidades". 

 La visita de "Mino" brindó también la oportunidad de admirar las numerosas obras del artista que conserva la Casa sul Pozzo de la comunidad de Via Gaggio que coordina el también claretiano Padre Angelo Cupini.

Tomado de www.claret.org

7/8/11

María, la mejor compañía de los mártires.

María está presente con los mártires en el prolongado susurro del santo rosario que ellos llevan como un canto armonioso de oración a Cristo, en el regazo de su madre. En los momentos de dificultad, les lleva a dar testimonio de fe al vivir a plenitud el sí que dieron como respuesta al llamado que Dios les hizo, para convidar e ir en pos del Padre.
Al conmemorar el aniversario de profesión, es María quien  les invita a tomar la palma martirial para acompañarla en su asunción al Cielo, acción que permite al momento de morir gritar: “Viva Cristo Rey”, “Adiós amada congregación”. ¡Y cómo no decir “amada”! si nos congregamos en el corazón Inmaculado de María y, en su silencio, llegamos como Jesús a dar la vida con amor, a reconocer la voluntad de Dios.
 Como diría el beato Faustino Pérez: “Morimos perdonando a los que nos quitan la vida y ofreciéndola por la ordenación cristiana del mundo obrero”

Los mártires de Barbastro fueron los que llenaron de orgullo a la Iglesia e inspiraron al Papa Juan Pablo II exclamar: “Es todo un seminario el que afronto con generosidad y valentía su ofrenda martirial al Señor”, de manos de María que en el momento crucial estuvo presente: Ella les enseñó a ser discípulos de Jesús y apóstoles de su Reino. De ella aprendieron a hacer lo que Él les decía.

Wilmer Aguilar Bone
Formando Claretiano.

Mi experiencia de misionero Claretiano.


En los casi 61 años de vida en la Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, ¿cuáles han sido las experiencias más fuertes?:

Sentir, en la 1ª profesión –el día de la Virgen del Rosario de 1950-, que había seguido la voluntad de Cristo y no la mía, y que Él me hijo “misionero hijo del Corazón de María”, dos de las tres cosas, que Él había grabado en mi espíritu como ideales de vida y de misión. Y sentir siempre viva la acción materna de María en todo mi ser y acontecer.

En la ordenación sacerdotal -1956 fiesta del Buen Pastor-, sentirme sacerdote de Cristo: tercer ideal. Y sentir viva su presencia en toda celebración de la Eucaristía.

Sentir en el sucederse de los días que todo iba respondiendo a la llamada de Cristo, comenzada a sentir a los 14-15 años, y sin contacto con la Congregación ni con claretiano alguno hasta 15 o 50 días antes del ingreso directo al noviciado. Y que el envío a ser formador de claretianos y diocesanos, prolongado durante casi toda mi vida pastoral, ha sido una gracia “impensada” pero sentida dentro del sígueme de Jesucristo.

Sentir la cercanía paternal de S. Antonio María Claret desde antes de comenzar el noviciado y reafirmada al celebrar los 50 años de mi primera profesión y los 50 de mi ordenación sacerdotal.
Ahora, a los 84 años, sentir la esperanza de llegar –cuando Dios quiera- al fin de mi carrera como Misionero Claretiano y recibir la plenitud en Cristo.

Padre Ángel del Molino, cmf.


Mártires de Barbastro

El verdadero misionero se goza en los sufrimientos, nada le arredra, ama a sus adversarios, pues su único ideal es entregar su vida por la supervivencia de la Iglesia.

Algo muy impresionante de los 51 mártires de Barbastro es la alegría que demostraban ante sus enemigos. Las torturas, tanto físicas como psicológicas, las asumían como un elemento más de su formación, hasta el punto de que en los edificios donde los encarcelaban, aunque estaban en las condiciones más precarias, no cambiaban su estado de ánimo. 

Quizá muchos de nosotros al leer los hechos sucedidos a los mártires claretianos de Barbastro, en 1936, nos parezcan una odisea. Sin embargo, para hombres como ellos no era más que fiesta, pues, ni siquiera en vísperas a ser asesinados, mostraban tristeza alguna. Como dice el beato Faustino Pérez, uno de los mártires, en su crónica: “Morimos todos contentos sin que nadie sienta desmayos ni pesares”.  En una ocasión, estando en la cárcel, se les ocurrió formar un “cuadro de risas”, el cual lo encabezarían los padres Pavón y Sierra. Y claro, como dirá todo buen claretiano, valerse de todos los medios. La idea era mantener la alegría hasta el día de su muerte.

La valentía con que actuaron es un ejemplo vivo para los servidores de la Iglesia. Desde el primer día de cárcel se habían propuesto no echar ni un paso atrás. Y así lo hicieron, aunque veían a sus compañeros atados de pies y manos ser llevados al lugar donde los asesinarían, no tuvieron ni la mínima idea de echar un paso atrás. Cuando los sacaban de las cárceles para matarlos gritaban: ¡Viva Cristo rey! Expresión que hacia reaccionar violentamente a los militares, más con su mirada llena de amor decían: “os perdonamos, os perdonamos todos”.
Francisco Miranda
Formando Claretiano.  
 

5/8/11

Fieles peregrinos...

Fieles peregrinos…
Combatir amando,
Morir por la vida,
luchando en la paz.

La sangre derramada                        
es una voz                                           
que se recoge, viva,
en la carne del Pueblo
que es la tierra.

Pedro Casaldáliga.
Mártires claretianos
nunca perdieron la alegría
cuando como hermanos
compartían la Eucaristía.

Su sangre derramada
fertilizó aquel suelo
de su tierra amada
que fue un paso hacia el cielo.

Con su cuerpo ensangrentado
se unieron al Padre glorioso;
a su muerte iban cantando
vivas al Hijo generoso.

Con humildad cargaron
su cruz de cada día
y nunca renegaron
ante la muerte que venía.


¡Viva Cristo Rey!
¡Viva el Corazón de María!
Al Señor  y a su grey
gritaban con alegría.

Todo estaba consumado,
perdonaban a sus asesinos
cuando el tiempo había llegado
fieles fueron peregrinos.

¡Qué valientes estos tus hijos
Congregación querida!
Con sus ojos fijos
en aquel que es VIDA.

Su ejemplo es mucho más
que solamente historia,
es testimonio que impulsa vidas
a la palma de la victoria.

Hoy somos nosotros los testigos
de aquella sangre derramada
que te juró designios eternos
querida congregación amada.


De un joven que no sabe de poesía.
Carlos Polanco.
Formando Claretiano.

1/8/11

Hoy continúa una grande obra.


Por Steven Gutiérrez
Formando Claretiano.


 Es difícil expresar como habría sido ese día, lo que en sus entrañas luminosas encerraba, lo que se fraguaba en su transcurso, de lo cual ni él mismo sospechaba, lo que iba a significar después de 162 años para un sinnúmero de personas, que aún hoy, siguen haciendo que esa obra sea más y más grande. Oh gran día, no tan grande como el día en que Cristo resucitó, pero con una magnitud incomparable como cualquier otro.


Dieciséis de Julio, día de la conmemoración a Santa María del Carmen, día en que Dios se dignó darnos tan gran regalo, día en que María del Carmen bendice a nuestra santa comunidad. Un cuadro de la Madre del Amor Hermoso presidía aquella habitación en la que seis hombres, todos con un espíritu ardoroso en caridad, se reunían para dar a luz lo que sería hoy para nosotros la santa congregación de Hijos del Inmaculado Corazón de María.  Aquellos seis hombres, todos con cualidades excepcionales, eran los padres: Esteban Sala, José Xifré, Manuel Vilaró, Jaime Clotet,  Domingo Fábregas y el santo Padre Antonio María Claret.


María era la prenda segura de la maternal protección para con aquellos misioneros que se llaman hijos suyos y le consagran sus planes de vida misionera. Empezaba una grande obra, aquella que nunca resultó de una improvisación, surgió y salió adelante, ha inundado miles de corazones, llevándoles el fuego de ese amor materno, transmitiendo por todos los medios los valores del reino, sirviendo a la humanidad inspirados en la figura de María Santísima, la mujer del sí, la mujer madre de todos.


El espíritu de San Antonio María Claret es el mismo espíritu de la congregación, ese espíritu inspirado en María, la madre y formadora. Ese espíritu que animó a los Mártires de Barbastro y de Fernán Caballero a decir ¡Viva Cristo Rey! Ese espíritu que nos tiene hoy reunidos en sagrada comunidad cristiana.


No hay más palabras que puedan expresar este sentimiento que surge en nosotros, imposible sería transformar en palabras estos pensamientos que llenan nuestra mente en torno a la congregación, sólo basta decir que ¡Una grande Obra continúa y continuará para siempre!  Gracias espíritu divino, gracias Buen Padre Dios, gracias María santísima, gracias Padre Claret.


Un Hijo del Inmaculado Corazón de María es un hombre que arde en caridad y que abrasa por donde pasa; que desea eficazmente y procura por todos los medios encender a todo el mundo en el fuego del divino amor. Nada le arredra; se goza en las privaciones; aborda los trabajos; abraza los sacrificios; se complace en las calumnias y se alegra en los tormentos. No piensa sino cómo seguirá e imitará a Jesucristo en trabajar, sufrir y en procurar siempre y únicamente la mayor gloria de Dios y la salvación de las almas.

¿DÓNDE ESTÁ LA ALEGRÍA DE NUESTRA ESPIRITUALIDAD MAYA?



José Antonio Ichic Cac
El retoño de la cultura Maya.


Nuestra cultura (maya) descubre la alegría en cada uno de los seres vivos que nos rodea. Porque transmiten un mensaje al contemplar todos los seres  y descubrir en ellos una alegría.  La alegría es la expresión de la satisfacción interior del ser humano y los demás seres vivos. También por encontrarse con las cosas y también por comunicarse con el Tzuul Taq´a.  Según cuentan nuestros abuelos y abuelas que todos los seres vivos dan gracias al Qaawa´, porque vemos cada mañana los pájaros que cantan con alegría al recibir el nuevo día.

 Cada ser vivo muestra su alegría en cualquier momento y nosotros debemos armonizarnos con esa alegría, ya que es necesario vivir la alegría en todo momento y en cada instante de nuestra vida. No sentirnos tristes ni mucho menos vivir como esclavos  del sufrimiento, ya que nuestra querida tierra fue creada para que vivamos con alegría y no para estar tristes y no dejar en la oscuridad la alegría. Hay que ser conscientes que fuimos creados para estar en unidad y compartir con alegría la vida. No podemos considerar el mundo como un lugar de sufrimiento, entonces el Ajaw no hubiera creado el mundo, porque sabemos muy bien que Li Qaawa´ es perfecto, por eso hizo el mundo y él quiere que seamos alegres con todas las cosas. El Popol Wuj nos describe la alegría de nuestros antepasados y nos impulsa a nosotros a vivirla.

            “Y llenos de alegría dijeron – Ahora vamos a fabricar nuestra chicha durante estos tres    días” (Popol Vuh, Recinos A. 2008:28). Primero, estaban llenos de alegría y dentro de esa alegría existe un verdadero diálogo y una plena comunicación, donde todos están de acuerdo. Lo que se pretende realizar es en beneficio de la comunidad. En ese mismo momento iniciarán a fabricar chichas durante tres días. Todo esto implica un trabajo comunitario. Podemos situar en nuestra actualidad, la vida comunitaria de nuestro pueblo maya. Cuando preparan el mayejak lo hacen con una alegría; ancianos, ancianas, adultos, niños y niñas trabajando en la preparación de la fiesta, esa fiesta es para todos y no solo para el ser humano sino para la totalidad del universo.

Un grupo en la cocina preparando la comida, niños trayendo leña y los ancianos velando las ofrendas y todo esto, es un trabajo comunitario y lo he vivido en mi comunidad, Colonia Santiaguito, municipio de El Estor, Izabal. Todo se hace con alegría y riéndose en las mujeres en la cocina y los hombres igual forma trabajando junto con las mujeres. En este caso no existe exclusión ni malas palabras en las conversaciones (para mí es un recuerdo de mi gente)

La chicha es símbolo de vivir la felicidad, que despierta el ser humano, de alegrar más aunque la alegría ya está en nuestro corazón, sin embargo la chicha es símbolo de compartir en comunidad. Jesús de Nazaret cuando estaba participando en la boda de Caná, convirtió el agua en vino. Hemos interpretado mal el término de la palabra Chicha. La palabra chicha es una bebida sagrada de los pueblos originarios y el vino es una bebida sagrada de la cultura occidental, también es saber compartir en cada continente y cultura y no imponer las bebidas sagradas en otras culturas. Igual forma podemos encontrar en Lucas 15,23 que decía “Celebremos un banquete” ese banquete es un momento de compartir con la comunidad, el banquete incluye la gente  y el vino o la chicha porque simplemente el nombre cambia pero tiene la misma función. Por eso el mundo fue creado para vivir con alegría porque el Creador y Formador quieren que vivamos una vida en  plena armonía. Además la alegría no se encuentra solo en las fiestas sagradas sino también en otros quehaceres de la vida. Por ejemplo:

            “Y de esta manera se llenaron de alegría, porque habían descubierto una hermosa tierra, lleno de deleites abundantes en mazorcas” (Popol Vuh, Recinos A. 2008:86) Nuestros antepasados supieron vivir con todo ya que se alegraron de haber encontrado un lugar para vivir. Así debemos vivir nosotros y alegrarnos por la vida y luchar en cada momento para que no caigamos en error de ver nuestro lugar como de sufrimientos, tengamos presente nuestra alegría y no olvidarnos de ella. La tierra es la misma vida, valorar nuestra vida y sentirse que el Ajaw está a nuestro lado y comparte nuestra alegría. De igual forma, el pueblo maya siente la alegría constantemente, y también cuando haya un lugar para vivir y donde realizar su vida. También cuando realizan la ceremonia, preparan el lugar sagrado y siempre con alegría. Esa búsqueda de lugar no es en individual sino en colectivo. El dialogo en la vida comunitaria nunca se rompe, todo se hace por medio del Ajaw ya que somos seres inteligentes y obedientes ante todos los seres.

“Y así recibieron su fuego las tribus y se alegraron a causa del fuego” (Popol Vuh, Recinos A. 2008:93) El fuego es el símbolo del Padre Sol, el amanecer, la luz y el día. El fuego causa la alegría del ser humano porque sin el fuego el ser humano no puede vivir la vida con alegría. También el fuego se encuentra en el interior de la persona, cuando una mujer embarazada tiene el fuego de la vida porque esta germinado una criatura y el principio de la vida. Cuando el sol sale las plantas se alegran porque necesitan el rayo del sol para crecer y ellas nunca se quejan del calor del sol. El fuego es sagrado porque es el principio de la vida.

“Lloraban de alegría cuando estaban bailando y quemaban su incienso, su precioso incienso” (Popol Vuh, Recinos A. 2008:100) Para nuestra cultura es fundamental el sagrado fuego ya que desde él se manifiesta la transformación del Ajaw y el universo. Nuestros abuelos lloraban por la alegría de quemar su Copal Pom porque dentro del sagrado fuego se logra descubrir el mensaje del Ajaw y junto con el fuego nos convertimos en un solo ser. Siempre se baila alrededor del sagrado fuego porque compartimos la misma alegría junta con los plantas y con los seres vivos. El sol gira con alegría, nosotros también nos unimos alrededor del sagrado fuego para compartir y armonizar con la energía del cosmos. Danzar con alegría es mostrar que nuestro corazón está vivo y siente la presencia del espíritu del Creador y Formador. La alegría esta en cada uno de los seres vivos, la alegría despierta la existencia de cada uno de nosotros.

B´ANTYOX ERE NAQ WANKEX CHI RILB´AL LI QAKOK´ KANJEL, LI QAAWA´ TAXAQ CHI WANQ EERIK´N.



Referencia bibliográfica.

Recinos A. (2008) Popol Vuh. Guatemala: Piedra Santa,1992. La vigésimo segunda reimpresión: 2008

24/7/11

Porqué Claretiano…

Porqué Claretiano…
[Alusión desde la alegoría y espiritualidad de la Fragua]


Porque me gusta su forma de ser, porque van de misión, porque trabajan con jóvenes, porque atienden a los pobres y necesitados… Muchas son aquellas motivaciones que pretenden animar al “nuevo prospecto”, pero todas fueron sometidas al calor intenso de una fragua para purificarse y reconstruirse en el caminar, golpe tras golpe, en el forjarse, en el dejarse moldear por las manos del herrero.

La encrucijada que nos invita a tomar conciencia de lo que somos, de nuestra situación, también nos manda a sumergimos en un proceso de continua transformación, misma que será el sueño de sabernos trabajados por manos de herrero, que nos animará día tras día en busca de alcanzar la “forma” con la que Dios sueña para nosotros, porque somos eso, un sueño amoroso del que destila Amor.  Ante esa transformación, habrá que tomar decisiones que permitan una superación en vista del reconocimiento de la huella de Dios plasmada en toda Realidad.  Al final todo está en escuchar la voz que clama en el desierto y, consecuentemente, como acto pleno de libertad y convicción, desinstalarse y reconocer que no hay autosuficiencia en la creencia y esperanza del Dios que siempre está a punto de llegar.  Hay que desprenderse de uno mismo para emprender la búsqueda de la donación sincera y amorosa: ágape.

Ese movimiento de cambio antes mencionado no podrá consentir un avanzar sin antes someterse al fuego de la fragua, al amor de Dios; porque es la experiencia con Dios Padre, mediada por María como en las bodas, que calentará el hierro en bruto e informe del Aspirante que desea se le sea dada una “forma”.  La experiencia con Dios, es experiencia con Jesús, con el Reino.  Someterse a ese fuego que quema, purifica, cauteriza y prepara lo imperfecto para la forma, es también la invitación a reconocer y reconocerse como Palabra dicha por Dios, como aquel ser que hallará el sentido de su existir al encontrar la respuesta a la pregunta sobre sí mismo: Dios creador que nos hace partícipes de la creación en tanto que nos sabemos con el don de la Palabra, como siervos y ovejas atentas a la voz de su Pastor.  Dios es el verbo de la Historia de Salvación.  Dios es amor que invita a fraguarse en el fuego del Amor hecho eco en la voz de la comunidad.

El herrero con el metal presto a la forma, comienza el proceso lento, pero seguro, del sueño de Dios, de lo anhelado por Dios para con nosotros.  Es un proceso de configuración con Cristo.  Es una entrañable relación entre el fuego y el martillo.  Es una aspiración que clama por una encarnación en el corazón de quien es Fuego y Amor, es un proclamar como el apóstol: ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí.  La caridad es la llama del misionero, pero ésta no como un vano asistencialismo, sino como un hacernos lengua de fuego en la cortina indeleble del que ardió y sigue ardiendo en caridad: Jesús, y Claret en Él.  El amor es fuego, es convicción, es un estilo de vida que se recibe y acepta como don y se convierte en tarea y arte del misionero.  La caridad [el amor] de Cristo nos urge, y eso es lo que enciende en el interior la llamarada que aclara la vista y prepara los pies y manos del Configurado.

La transformación terminada no se reconoce como un estancamiento, sino como saeta presta a ser lanzada, aun cuando esto simbolice desgaste, temor, alegría, cansancio… Es el Espíritu de Jesús que, una vez terminado el proceso de forjamiento, apunta y lanza la saeta, es Él, y no nosotros, quien impulsa el lanzamiento, es Él quien nos motiva a no perdernos en el hacer los cosas “por obligación”, sino en reconocernos como evangelizadores que escuchan y siembran, mas no recogen frutos.  El Espíritu del Señor no se queda en vanas manifestaciones desterradas de la acción del misionero, mas bien le abre las puertas de la libertad y la creatividad para ser consecuente con la llamada de amor recibida: válganse de todos los medios.  Es el Espíritu quien capacita hacia una creación continua; es Él quien emerge en medio de una cultura de muerte y nos presenta la utopía del Reino como posible cuando otras desaparecen; es Él quien actúa en la Iglesia hermanándonos a pesar de nuestra diversidad.  Es el Espíritu del Amor.

¿Por qué ser Claretiano?  Porque es un modo de ser hombre, cristiano, religioso, humano.  Porque son una familia inspirada por el Espíritu Santo, hace dos siglos, a San Antonio María Claret.  Porque arde en ellos el fuego de la Caridad que les abre las puertas a toda experiencia humana, a toda experiencia de Dios.  Porque son fieles servidores y oyentes de la Palabra: anunciándola, guardándola y meditándola en sus corazones  para hacerla vida en el camino de la búsqueda de la mayor gloria de Dios.  Porque se hacen uno con todos.  Porque se hacen Pan en la Eucaristía.  Porque son Hijos de la seducida por el Reino de Dios, María Santísima.  Porque son amor en el Amor.  Porque son Claretianos y yo en ellos, y ellos conmigo.


Un Hijo del Inmaculado Corazón de María
es un hombre que arde en caridad
y que abrasa por donde pasa.
Que desea eficazmente
y procura por todos los medios
encender a todos los hombres en el fuego del divino amor.
Nada le arredra; se goza en las privaciones; aborda los trabajos;
abraza los sacrificios; se complace en las calumnias;
se alegra en los tormentos y dolores que sufre
y se gloría en la cruz de Jesucristo.
No piensa sino cómo seguirá e imitará a Cristo en orar,
en trabajar, en sufrir,
en procurar siempre y únicamente
la mayor gloria de Dios
y la salvación de los hombres.


Emir
22/Julio/2011

22/7/11


LI LOQ´LAJ INUP = LA SAGRADA CEIBA


“ESTA EN LA ETERNIDAD MI CEIBA SOLA”

Por José Antonio Ichich Cac
El ángel de Dios siempre estuvo y seguirá estando sobre la faz de la madre tierra mostrándonos el verdadero amor por la creación de Dios, sin embargo la humanidad no quiere oír y se quedan sordos ante lo que dicen el mensajero de Dios. Ángel encontró algo muy fundamental para nosotros los mayas. Yo descendiente maya, para mí, Ángel es uno de los Nawales hecho hombre y sintió un gran amor y dolor por la creación, Ángel es el protector poético, quiso mostrarnos el gran significado de la ceiba. Por eso decía con un gran amor “Está en la eternidad mi gran ceiba sola” (Paasche, 68).
La ceiba tiene una función fundamental para el mundo maya y él tuvo una visión acerca de ese árbol sagrado.”La ceiba es el eje del mundo, es el punto de encuentro entre los planos cósmicos y el lugar de origen del género humano y hoy en día se sigue dando mucho respeto. En el Mural de San Bartolo, Guatemala,, y en otros textos posteriores, el mundo es representado con 13 niveles de cielo y 9 en el inframundo, o Xibalbá, unidos por una Ceiba verde, que representa a la tierra, y en cada punto cardinal, un árbol con diferentes colores (Mayas 2009). Ángel exalta con la sagrada palabra poética el valor inmenso de la ceiba y decía;
“Todo el cielo en su copa resonando
con el viento  en el lago y montaña,
con su vida en mi voz, viva en la suya” (Paasche,69)
La ceiba es la madre de todos  los árboles que sostiene el mundo espiritual. El centro de la tierra nace una gran ceiba, cuyo tronco y ramas sostiene el cielo y cuyas raíces penetran en el inframundo. En el centro se le asigna el color verde que es la madre naturaleza, y el azul es el color del cielo. La ceiba sostiene nuestro mundo cósmico. La candela verde representa la energía de la ceiba y por eso Ángel afirma con todo su energía de la palabra y decía; 
“Ya está en su ser, su luz, mi ceiba sola.
Ya es toda en él, su eternidad sensible,
Llena en su fin de su principio eterno,
Por quien fue tiempo” (Paasche 73)
El hombre místico nos da a conocer a través de su poema, que la ceiba no es un cualquier árbol, según nuestros abuelos nos dicen “que todo lo que existe tiene vida y espíritu”  cada uno de los seres tiene su función  en esta tierra. La ceiba es uno de los árboles más sagrados que en principio fue escogido por nuestros Creadores.  El Chilam Balam (2007) hace referencia al cuadrado del mundo. “Cuando el mundo fue creado, se puso un pilar en el cielo. . . que era el árbol blanco, de la abundancia al norte, después, el árbol negro de la abundancia fue puesto al oeste. . . .Después, el árbol rojo de la abundancia fue puesto al este. . . Después el árbol amarillo de la abundancia fue puesto en el sur. . . Después el gran árbol verde (Ceiba) de la abundancia fue puesto en el centro”.  
Es una gran visión cósmica que tuvieron nuestros  abuelos y eso nos ha dejado a nosotros para que sigamos también los ejemplos de ellos, Ángel descubrió en ella la gran sabiduría y el valor sagrado del árbol. El Inup sostiene la sintonía con  la tierra, el cielo y el inframundo por eso es importante reconocer todo esto en la ceremonia maya, porque los cuatro puntos cardinales son la rama que ayuda la conexión con los ciclos de  la  vida.
Ángel sigue venerando la majestuosa ceiba, por eso nos sigue afirmando;
“No siente mi temblor en el que no hallan,
Para que tiemble en ellas, mis palabras?
Por qué cuando cayó no cayó el cielo
Que, alzada, sostenía? (Paasche, 71)
Vemos pues la coincidencia de la poesía del Padre Ángel con el pensamiento maya al respecto la sagrada ceiba. Aunque el hombre necio seguirá botando la ceiba, sin embargo seguirá retornando en su lugar porque la eternidad esta más allá que nosotros, y “ya está en su eternidad mi ceiba sola”. También podemos ver que no podemos destruir  lo que el Ajaw nos ha regalado, simplemente debemos respetar la representación que sostiene el universo. La ceiba nuestra hermana, la ceiba elevada al cielo, que guarda el secreto de nuestra existencia.
El poema de la ceiba no es por la casualidad que Ángel le había escrito, sino es un hombre enviado en esta tierra para cumplir su misión. La ceiba es sagrada por su naturaleza y así son las cosas en este mundo maya. Ninguno que tuviera valor sino todos son sagrados, el problema es que no comprendemos a cada uno de ellas. Es importante buscar el camino de la sabiduría porque hoy cada vez estamos en un mundo el cual los seres vivos ya no tienen valor sagrado.

Referencia bibliográfica.
2009 energía 9 (140) 7, FTE de México.
Chilam Balam edición 2007, México.
Paasche, Rosamaría, Introducción a la poesía de Ángel  Martínez Baigorri, S.J. místico conceptista del siglo XXI  Rosamaría Paasche- Managua. Editorial UCA-1993