Apostolados

Misioneros Claretianos, al servicio misionero del Reino.

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Cristo Rey, Tipitapa, Nicaragua.

Capilla Santa Paulina, Cristo Rey, Tipitapa, Nicaragua.
Muy temprano por la mañana, domingo a domingo, cuatro formandos Claretianos del trienio filosófico, Emir, Henry, Francisco y yo (Josué), partimos rumbo a nuestro apostolado. Con muchos de deseos de compartir con las comunidades y de descubrir en ellos/as el rostro sufriente de Cristo emprendemos nuestro camino. El apostolado se realiza en misión compartida con las Hermanitas de la Inmaculada Concepción y con nuestros hermanos del Propedéutico Claretiano.

Después de tomar tres buses y alrededor de más de dos horas de camino, Francisco es el primero que llega a su destino, Lomas de Esquipulas, una nueva comunidad que se asumió en este año 2011. El bus continua su imparable rumbo, bueno, eso mientras no se arruine. Llegamos a Ciudadela, comunidad en la que desempeña Emir su apostolado. Henry y yo, tenemos que seguir unos cuantos minutos más para descender del bus en Cristo Rey, en donde nos formamos cada domingo.

Todos los formandos que han pasado por este apostolado reconocen el valor formativo que éste tiene. Brinda una cara muy humana de la formación, debido a que hay que compartir con gente muy pobre y sencilla. Es una verdadera escuela. Aquí la filosofía desciende del “topus uranus” (cielo celeste) y se vuelve palpable. La realidad que se vive nos interpela y cuestiona.

Cristo Rey es una comunidad que poco a poco va dando sus primeros pasos. En medio de tantas dificultades que se viven, muchas personas van descubriendo la necesidad de acercarse a Dios y se van incorporando cada día más feligreses a nuestra capillita, lo digo con mucho cariño. Cuando nosotros llegamos, creen ellos/as, que somos nosotros los que les llevamos algo nuevo, pero no se dan cuenta que son ellos/as los que nos van dando lecciones tan grandes, que nos servirán para toda nuestra vida.

Claret sigue siendo conocido en el mundo entero. El espíritu de nuestro fundador es para todo el mundo y sí que lo es. Él deseaba que la Buena nueva se llevara a todos los rincones del mundo, aquí, en Nicaragua, se está llevando a esta zona de misión, por la que muchos no darían, como popularmente se dice, ni un peso. Que el Inmaculado Corazón de María nos siga formando en la fragua de su corazón, el espíritu de Claret nos ilumine y Cristo pobre, que se encarna en este pueblo, nos acompañe siempre.
Carlos Josué Polanco
Formando Claretiano.


Pastoral en el Pajarito Azul.
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