18/6/11

Una manifestación del Espíritu.

Pentecostés, 50 días después de la Pascua de Resurrección. Es un tiempo que “hablará de lo que oye y les comunicará lo que está por venir” (Jn 16, 13). Un momento que invita a estar en comunión y a darle un espacio a la conciencia, signo vivo de presencia divina.



El Espíritu se manifiesta en comunidad, no en soledad. Por esto está íntimamente ligado a la colectividad humana.
Nuestro mundo está lleno de jóvenes, mismos que en comunión se manifiestan y hacen vida el Espíritu que yace en ellos, hacen vida a Jesús, hacen vida a Dios Padre-Madre sin importar su cultura o credo. 


Desde el final de 2010 y hasta el día de hoy, hemos presenciado claros ejemplos de revelaciones en los acontecimientos de Medio Oriente: jóvenes manifestándose en Egipto, Libia, Túnez, Irak, Siria, Yemen, España, Guinea Ecuatorial, China y Palestina... Jóvenes y adultos, sin importar el sexo, siendo profetas en contra de lo que atenta contra la Vida Plena. 


Asimismo jóvenes claretianos en Barbastro, Cervera y Fernán Caballero lograron encenderse en el Amor de Jesús, y se opusieron a un régimen franquista en la España de 1936, haciendo vida la frase de Claret: “Mi espíritu es para todo el mundo”, y dándonos un ejemplo de la manifestación común del Espíritu en contra de la opresión.


Conciencia colectiva, simplemente eso. El simple hecho de una manifestación, ¿no es acaso una expresión misma del Espíritu que se derrama en el pueblo oprimido para buscar la liberación, hombro a hombro con la efusión del Espíritu de Dios, en el proyecto de Jesús? Actualización clara del que consuela y sacude la conciencia de su pueblo: “yo derramaré mi espíritu sobre todos los hombres: sus hijos y sus hijas profetizarán, sus ancianos tendrán sueños proféticos y sus jóvenes verán visiones.”  (Jl 3, 1).


Es preciso que Jesús ascienda antes que el Espíritu descienda; sin embargo, la ascensión debe ser a nuestra conciencia. Así, conscientes, podremos hacer de nuestra vida una expresión viva del proyecto de Jesús en manifestación continua del Espíritu, cumpliendo en común-unión la promesa de nuestro hermano: “Yo estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.” (Mt 28, 20). 


Cada ser humano es una palabra que el mundo necesita escuchar. Es tu elección cómo expresar esa palabra de amor y liberación en este mundo que te necesita. ¿Cómo te manifestarás?


Carlos Gustavo Moreira A.
Formando Claretiano




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